Espíritu Navideño
- Yelena Smarkutska
- 26 dic 2019
- 2 Min. de lectura

Llegando estas fechas empiezo a preguntarme donde andará mi espíritu navideño y si hay más personas con el mismo problema. Cuando aún era niña, recuerdo esas ganas locas que tenía semanas antes de llegar las fiestas, impaciente por poder adornar el árbol, comilonas familiares, rico olor a mandarinas e incesante sonido de las risas. Siempre manteníamos la costumbre de juntarnos todos (que no era para nada pequeña nuestra familia, por cierto). Se respiraba paz y ternura. En mi memoria quedaron grabadas las caras sonrientes de las personas queridas, mis padres cantando villancicos y los magníficos ratos compartidos con los míos. Pero con los años han ido cambiando las cosas, las personas e incluso las costumbres. Las fiestas han ido perdiendo su esencia y con ello el espíritu. Los encuentros cada vez son menos frecuentes y por compromiso, la gente
y gruñona, por no hablar del agobio de los preparativos y desbordante consumismo por quedar bien. Parecemos obligados a cumplir con algo que a lo mejor ni nos apetece. Todo es tan fast: fast watching, fast eating, fast reading. Asusta pensar que amar también se ha convertido en una competición de velocidad.
Siempre me han encantado las celebraciones, pero cada año me resulta más difícil animarme y encontrar ese espíritu navideño. Cierto es que al salir a la calle ya no encuentras un bonito cuento de Navidad sino un decorado artificial y frío que me hace perder el rumbo, la ilusión y la alegría… Sin embargo existe algo que me hace sonreír este donde este - mi familia - mi mejor secreto. Solo con una llamada, un emoticono navideño o un “felices fiestas, hermanita” consiguen encender las luces de mi mirada y devolverme la ganas de celebrar estas fechas tan señaladas. No hay kilómetros suficientes en este mundo que apaguen ese sentimiento. Aunque podamos contar con mil maneras de sentirse mejor: comer turrón, adornar hasta a tu gato o recibir regalos, que siempre anima no hay nada como el infalible plan de ver a tu familia, cargar la pilas con el calor de un abrazo y pasar la itv a tus alas.
Os deseo felices fiestas y espero que todos encontréis vuestro espíritu navideño junto a vuestros seres queridos.
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